DAVID FREEDBERG

DAVID FREEDBERG: EL PODER DE LAS IMÁGENES.

‘’estudios sobre la historia y teoría de la respuesta’’

Este libro casi obligatorio en toda buena biblioteca ‘casera’ trata de la relación del ser humano a lo largo de la historia con las imágenes y/o símbolos, explica las diversas respuestas ante las imágenes no tratadas siempre por la historia del arte y muy recurrentes de forma psicológica y críticas a lo largo de las culturas

Uno de los casos mas visuales y pragmáticos es la excitación de las personas ante imágenes de tipo ‘sexual’ las rompen, las mutilan, besa, lloran ante ellas, les hablan, las tocan, hacen viajes para verlas, se sienten calmadas ante ellas, se emocionan, son incitadas…y se transportan a niveles muy altos de empatía y miedo.
Reacciones de raíces psicológicas que preferimos ignorar por múltiples hechos o razones.
Ejemplo: (a lo largo de la historia- como en la decoración en la casa -> nadie pondría una imagen lasciva en el cuarto de un niño pequeño o en el salón, o un cuadro con alguna escena desagradable frente a la mesa del comedor.) porque sirven/servían de ejemplo, pudiendo afectar de manera emocional, y en su desarrollo psicológico. (Como la creencia de poner música clásica al feto en a barriga para que el niño salga inteligente y tranquilo…)
La contemplación ha sido usada para la imitación y elevación espiritual. Hoy día se sigue pensando igual, pero ha pasado de ser el ‘arte plástico’ a el 7º arte (cine, video juegos, televisión, y artes visuales, como educativas o antieducativas) según el contexto afecta de un modo u otro, pero ¿Cómo sabemos hasta que punto afecta el contexto a la condición de respuesta?
En este libro se nos plantean diversos ejemplos de imágenes que por contexto han sido usadas para dar unas respuestas concretas en un contexto determinado, como es el ejemplo de las imágenes que hacen alusión al acto sexual o que lo hacen visible, como incitaciones, y por ello era ‘típico’ en las casas burguesas que en el cuarto de los adultos hubiera pinturas e imágenes que incitaran a ello, pues así se creía que se aumentaba la fertilidad, las ganas, el acto, y los niños venidos en ese contexto eran fuertes y sanos.
Por el contrario en las habitaciones de los infantes las imágenes mas usuales eran de motivos religiosos y santos, que recordasen y influyesen de forma positiva en su crecimiento y desarrollo como personas y en su ‘moral’.
En las zonas ociosas era habitual ver imágenes y motivos florales, motivos lúdicos que acompañasen el ambiente que en ellas se perseguía, y en las zonas de comedores cocinas etc. lo normal eran imágenes de bodegones, naturalezas muertas, banquetes y/o festines…
De hecho hoy día pese a estar mas desligados de este tipo de imágenes pictóricas o motivos de decoración este planteamiento nos es lógico, por que aunque pocas veces nos paramos a pensar sobre ello, nos viene dado como parte de nuestra cultura, y hoy día pasa prácticamente lo mismo solo que en el ámbito de los medios y tecnologías audiovisuales… no se suele dar a ver películas con alto contenido violento a niños pequeños, ni con una alta carga de suspense o terror… este tipo de imágenes según el desarrollo de la mente del individuo y su capacidad para discernir entre imagen real y ficción crea conflictos en él de forma interior, miedos, pánicos y comportamientos socialmente anormales.
Si tenemos encuentra que la percepción como tal es una acción cognitiva y vemos su proceso y el proceso de retención de las imágenes que lleva a cabo el ser humano vemos que nuestro conocimiento se basa en el conocimiento visual y de vivencias que vamos desarrollando y acumulando, haciéndolas participes de nosotros, de nuestro entorno, de nuestra realidad, llegando a verlas como cotidianas…además tenemos que tener en cuenta que tenemos un sistema al que llaman ‘neuronas espejo’ que imitan comportamientos que vemos y que nos son simpáticos, o con/de las personas con las que nos sentimos a gusto, identificados, o que nos gustan simplemente, llegando incluso a poder dilatar las pupilas a la vez que una persona con la que pasamos mucho tiempo y simpatizamos.
Según la estética (valor ético que rige el buen/mal gusto sobre el arte) que no es si no otra forma de educación social,(educar la vista, educar el gusto…)observamos por lo tanto que no es ético que un niño asocie como cotidiano y/o normal ciertas imágenes, al igual que un adulto…del mismo modo que si hay unos parámetros sociales que dictan que es correcto, de buen gusto y/o ético en cuanto imágenes y las respuestas que suscitan, aquel que dispone estas imágenes o las difunde, o ve de forma no ética, actúa de forma no correcta socialmente.
Como ‘tope’ o parámetro que nos rige, la estética (al igual que la moral, ética…) no considera correctos los actos no racionales, no controlados, o que puedan herir o fracturar este sistema que se ha creado y predispuesto para encauzar a las ‘masas’, por ello todo lo que es explicito o hace referencia actos, aptitudes o escenas agresivas, instintivas, violentas…son consideradas incitantes, provocantes y por lo tanto de mal gusto.
Ejemplo: el porno, es algo explicito, que incita s pasásemos tiempo viendo porno o a gente practicar sexo de forma normal, no solo lo normalizaríamos, sino que querríamos participar o imitarlos, como estos comportamientos no so ‘adecuados socialmente’ para la ‘’convivencia’’ la estética considera que no es de buen gusto…(esto es entendible pero no sería del todo malo si se contemplase como correcto y de buen gusto, es mas, es posible que muchas cosas fuesen mejor) pero ¿qué pasa si planteamos el mismo ejemplo con el Gore?

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